TORRE DE ORACIÓN.PROGRAMA
DE INTERCESIÓN INTELIGENTE.
Como afectar desde
una persona y su familia, hasta una región.
Nuestros amigos vecinos y familiares, son nuestro radio de
acción más inmediato y más frecuentado, a la hora de cumplir con la Gran Comisión.
Queremos proponer un plan de intercesión inteligente, basado en las necesidades
que ellos tienen, y que se convierten en oportunidades para la oración
intercesora, la consecuente intervención Divina, y el subsiguiente abordaje
evangelístico. Para efectos de nuestro programa, los agrupamos en familias
nucleares y los definimos como blancos de la estrategia intercesora.
Con ellos estamos conectados de forma natural, a través de
nexos consanguíneos y filiares, y se hace muy sencillo sus necesidades, asuntos
neurálgicos, anhelos, expectativas, proyectos y desafíos, temas que se
convierten en combustible para garantizarnos una productiva agenda de oración
intercesora.
Podemos notificarles, muy gentilmente, que estamos orando
por ellos. Es muy probable que ellos se sientan privilegiados de tener, como
pariente cercano, a un cristiano que se congrega fielmente, vive una vida
diferente, y ora por ellos. Somos, por la gracia de Dios, intercesores natos y muy
eficaces.
Si hacemos un registro de esta población, como congregación,
la información del universo al que
podemos influir. El evangelio es poderosamente contagioso, pero, podemos estar
inconvenientemente aislados de nuestro entorno social más cercano. Hay mucho en
común con este entorno, que incluye
historias, triunfos, fracasos, celebraciones, sufrimientos, conflictos y mucho
más, aspectos que un misionero transcultural puede pasar décadas en tener en común. Nosotros ya formamos parte de
la tribu.
Una primera fase
comprende la intercesión y la conexión, a fin de orar diligentemente por
ellos, de manera que sus corazones sean sensibilizados por el Espíritu Santo, y
el camino quede preparado para otras fases del programa.
No se trata de que nosotros escogiéramos practicar esta
religión y ellos tienen la suya, se trata de que el Señor nos alcanzara y de
esa manera entró en nuestro círculo de influencia, porque quiere que todos se
reconcilien con Él. Empezó con nosotros, y su gracia se expandirá, como ondas,
desde nosotros y a través de nosotros.
Las palabras claves
en esta primera fase son, a saber, conexión,
registro e intercesión. Alguien dijo que la memoria más prodigiosa está en
la punta de un lápiz. Recomendamos construir esas listas, elaborando unas
fichas que incluyan fechas de cumpleaños, aniversarios de boda, necesidades,
proyectos, y cualquier aspecto relevante concerniente a los integrantes de cada
familia nuclear. Una libreta usada, un archivo en word o lo que sea útil y
práctico a la hora de interceder por ellos y sus asuntos.
Una vez compilada la información, escojamos un tiempo diario para presentar delante del
trono de la gracia, a nuestra gente. Ni usted, ni ellos tienen idea de cuánto
necesitan la oración. Solo Dios sabe cuánto y con qué urgencia se necesita.
Juan Calvino dijo lo siguiente: “Interceder por alguien, es la forma más
poderosa y práctica de demostrarle nuestro amor”.
PROGRAMA DE
INTERCESIÓN INTELIGENTE, NIVEL ESTRATÉGICO.
En este nivel, trascendemos a los asuntos personales de la
familia nuclear, y pasamos a un nivel comunitario o estratégico, que incluye
asuntos relacionados con los servicios públicos, la infraestructura y los
movimientos de naturaleza social que afectan la convivencia y desarrollo
saludable de las familias, y por ende, de la comunidad. Proponemos elaborar una
agenda de oración intercesora por los centros educativos, asistenciales, de
servicio social, clubes deportivos y su respectiva infraestructura. Incluimos
también los emprendimientos orientados a la comercialización de productos o
prestación de servicios diversos, como a cualquier iniciativa que se desarrolle
en esa comunidad. Estos aspectos nos proveen insumos para la oración
intercesora en positivo.
Los asuntos neurálgicos de una comunidad pueden ser
identificados por sus síntomas, causas y origen. Esto tiene que ver con manifestaciones pecaminosas:
Distribución y consumo de drogas y bebidas alcohólicas y su subsecuente
generación de desórdenes en la conducta y conflictos varios. Proliferación de
la prostitución, abuso, violencia intrafamiliar, embarazo adolescente y
abandono. Inseguridad, deserción escolar y desnutrición. Operación demoníaca, que incluye toda suerte de prácticas
hechiceras y sus efectos devastadores en el núcleo familiar y en la comunidad. Delincuencia organizada y violencia,
referido a grupos irregulares que operan en la comunidad, al margen de las
leyes y propulsoras de prácticas reñidas con los principios bíblicos. Desidia oficial, que se refleja en el
abandono y consecuente deterioro de las
instituciones que benefician a la comunidad a través de diversos servicios y
recursos. Conductas disociadas de
individuos de la misma comunidad o foráneos, que hurtan, trafican,
deterioran y sabotean toda iniciativa saludable y benéfica. Falta total o deterioro de la
infraestructura urbanística como vías de acceso, canchas deportivas,
parques, electricidad, agua potable, drenajes, servicios de aguas servidas,
electricidad, telefonía, internet, escuelas y centros asistenciales.
Mucho de lo bueno y beneficioso que no se hace en una comunidad,
tiene su origen en las prácticas pecaminosas de la misma comunidad y sus
dirigentes, en sus disciplinas espirituales. También incide, de manera
determinante, la operación demoníaca, que trae oscuridad, pobreza, abandono y
toda suerte de males. La Iglesia debe ser, en la comunidad, un faro de luz y
bendición que traiga el Reino de Dios a cada comunidad donde es establecida. La
intercesión inteligente es una de sus más poderosas armas.